El salón elegido para la ocasión fue, después de mucho deliberar con los novios el más grande de los dos que existen, que aunque un poco impersonal y con unas sillas nada bonitas, tenía una amplitud asegurada para todos los invitados, un techo precioso y unas vistas espectaculares.
La distribución de los invitados fue en forma de media luna dejando un pasillo central. Los novios en diagonal para que vieran a sus familiares y amígos.
La decoración, que se quería sencilla, se centró en la mesa de la ceremonia combinando gerberas de diferentes colores, pero siempre en la gama de los rosas, naranjas y amarillos y verdes.
Los espejos y jarrones de distintos tamaños y alturas le dan un toque elegante y más sofisticado.
El pasillo intentamos mejorar las sillas, cosa complicada, pero con los prendidos de lazo de gasa y las impresionantes gerberas la vista se disimulaba.
Añadimos unos pétalos de colores por el suelo dando un ambiente más romántico.
Parte importante de la decoración eran las ventanas que había detrás de la mesa de los novios las cuales por la distribución de novios, padrinos y oficiantes se veían mucho. Pusimos unos candelabros altos adornados con hiedras y flores. En la foto se ve todo mejor.
 |
| Detalle de ventana lateral |
Los amigos de los novios les sorprendieron con una graciosa pancarta. Fue una boda muy cariñosa y emotiva que lució de modo espectacular y por cierto, con una música muy bien seleccionada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario