A la entrada de la casa, una pancarta daba la bienvenida al cumpleañero que no sabía nada de nada.
Era una fiesta sorpresa entre amigos con juegos para los niños, disfraces, photocall y cena-buffet. En los juegos participaron tanto mayores como niños y todos se lo pasaron genial, eso que el día no nos acompañó, pero cuando hay disposición a pasarlo bien, da igual el día que haga.
La habitación de que disponíamos para realizar la cena era usada como bodega y ese día estaba oscura y fría, pero todo se solucionó con una iluminación adecuada, muchas velas e imaginación para decorarla y hacerla cálida y acogedora.
Detalle de la mesa y arbol de chuches |
Detalle de la mesa buffet con la pared decorada |
Vista lateral de la mesa de comida y al fondo... la bebida |
Detalle de la pila de piedra |
La bebida (foto superior) la colocamos en una pila de piedra original de la casa, la cual decoramos con velas y limones y la llenamos con hielo para mantener la bebida fría.
Como elemento a destacar de la decoración reconvertimos un ARMARIO que había en la estancia y que decoramos a juego con todo el ambiente, en el interior colocamos el menaje y los postres. Una idea original y que dió un toque distinto además de darle utilidad al mueble que de otro modo, no hacía más que estorbar.
Por último, el detalle sorpresa fue un dibujo en el cada invitado estampaba su huella y dejaba sus mejores deseos.
Una fiesta con mucha marcha que se alargó hasta la madrugada con baile incluido... ¡con gente así, da gusto trabajar!, todos dispuestos a pasarlo bien y con los que cualquier detalle era sorprendente y les parecía genial.
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